Director Eurocorp. Miembro de la Red Chapter Zero Chile
El mundo está lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos para 2030, si bien se está avanzando en la sostenibilidad del planeta, nos falta mucho camino por recorrer y tomar mayor conciencia de la emergencia climática que estamos viviendo.
En 2009 el científico sueco Johan Rockström junto a 28 científicos del Centro de Resiliencia de Estocolmo, establecieron el concepto “Límites Planetarios” que marca un punto de inflexión para el planeta y todos los seres vivos. De los nueve límites definidos, actualmente cinco de ellos ya se han superado: cambio climático, contaminación química, modificación en los usos del suelo, destrucción de la biosfera y de la biodiversidad.
En el caso de las emisiones de gases de efecto invernadero, las tasas de reducción necesarias serían del 50% por década; una meta difícil de lograr, considerando que actualmente la reducción anual es sólo del 6%.
Los retos ambientales y sociales que estamos enfrentando requieren que tomemos conciencia y aportemos tanto de manera individual, como política y empresarial, con planes estratégicos y productivos considerando la Sostenibilidad Ambiental, Social y una adecuada Gobernanza.
Ser una empresa preocupada por la generación de valor a la sociedad y planeta, influye directamente en la percepción de los clientes y usuarios, transmitiendo confianza y seguridad a los stakeholders, mejorando la imagen reputacional de la organización, así como también permite atraer y retener talento. Por eso, es crucial incluir algunas de las estrategias claves para alcanzar un desarrollo económico sustentable, que pueden ser varias, pero me atrevo a destacar algunas: tener una manufactura basada en el reciclaje, el uso de energías renovables y aumentar el ciclo de vida de los productos.
Una empresa sostenible es aquella que crea valor económico, medioambiental y social, contribuyendo de esa forma al aumento del bienestar y al auténtico progreso de las generaciones presentes y futuras.
Lo anterior, a través de buenos sistemas de infraestructura sostenible para una producción más limpia, con un adecuado sistema de gestión ambiental, análisis de ciclo de vida y flujo de materiales que permiten desarrollar modelos de negocio sostenibles, rentables y con una baja huella de carbono en los ciclos productivos para ir reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero avanzando hacia la anhelada meta de carbono neutralidad.
Todo esto hace un llamado imperativo: ¡sostenibilidad empresarial ahora!